miércoles, 6 de junio de 2007

¿Cuánta constancia hay en tu vida? ¿Cuánto esfuerzo pones en el logro de tus objetivos?




Recuerda que eres el reflejo de lo que tus hijos querrán ser.

3 comentarios:

Andrea Meza Maass dijo...

Pobrecito Kiwi!!!! era la única forma de sentir que volaba!!! Pero a su manera lo logró, no?

He ahí el mensaje que debemos rescatar. (Para los que no lo saben, los kiwis NO vuelan)

Cariños.... Andrea

Candrada dijo...

Tal cual...para la anécdota, se trata de un pájaro oriundo de Australia.
Más importante que eso, es el tezón que coloca por lograr volar, aunque eso le costase la vida.

Anónimo dijo...

No es fácil ser tan constantes como el Kiwi, y la gran mayoría de las veces no se nos va la vida en las desiciones que tomamos y por las cuales optamos por luchar, lo importante es que aprendamos que si se quiere se puede y que si somos disciplinados lo lograremos.

Aunque no lo creamos esta es una importante enseñanaza que podemos transmitir fácilmente a nuestros hijos y tal vez una de las más importantes también.

Por las alas, o la alegría de lograr el objetivo, démosle p'a delante en nuestros sueños.

Lina